El pasa-piezas es un juego alternativo al ajedrez que se sirve de unas reglas muy particulares para hacer saltar por los aires las habituales hasta convertir el deporte de los 64 escaques en una auténtica y bella locura. En este enlace puedes encontrar cuáles son sus normas generales, aunque si algo hay de cierto en el pasa-piezas es que en cada casa se adaptan las normas, se cambian, se añaden pequeñas cosillas y se obvian otras. Esa también es la riqueza de este juego.
El Club de Ajedrez San Juan, con su presidente Alberto Antoñanzas al frente, organizó en las piscinas esta actividad a la que se sumaron algunos de los clubes de Navarra. Por nuestra parte llevamos a un buen número de chavales. De los 8 equipos, 5 completos era nuestros, así como 17 de los 24 participantes eran alumnos de nuestras escuelas. El objetivo era pasárselo en grande y para eso siempre estamos dispuestos. Como curiosidad añadida, los equipos del pasa-piezas estuvieron compuestos por tres jugadores y no por dos como suele ser normal.
Según Alberto Antoñanzas, en el pasa-piezas «se vive en una novedad constante«. Además, «el aporte de lograr y dar piezas a tu compañero es un acto de colaborar en su posible victoria«, por lo que ésta «o la derrota se comparten«. El sentido último de esta práctica sería «tratar de desarrollar situaciones que amabilicen el ajedrez con el objetivo de perdurar al alumno en el tiempo como jugador de ajedrez«, apartándolo un tanto del ajedrez puro y duro de competición.
Los ocho equipos inscritos eran, además de las dos escuadras locales de San Juan, uno de Orvina (en el que participaban Izan Alegre -Mendigoiti- e Ibai Monje -Amaiur-), uno de Mendigoiti (Mikel Astiz, Aner Los Arcos y Aimar Ruiz), otro de Buztintxuri (Eneko Larraz, Alex Muñoz y Ametz Iriarte), dos de Amaiur Ikastola (con Unai Fuentes, Jon Ariz y Manu Mazo por un lado y Nerea Fuentes, Arhane Fuentes y Hugo Fuentes por otro), así como el propio equipo de Mikel Gurea (Raúl Murillo, Beñat Fillat y Oier Huerta).
La competición se desarrolló según un sistema de liga en el que todos los equipos se midieron entre sí, contándose la victoria en el match en primer lugar y posteriormente los puntos en cada encuentro. Si bien para todos los participantes este sistema de juego resultó curioso y trataron de adaptarse a esta novedosa forma de juego como pudieron, los mayores se hicieron más rápido que los demás a lo que se fuera terciando. Con esto, los chavales de Amaiur, con Unai como capitán bien secundado por Jon y Manu, consiguieron imponerse en todos los encuentros (14) sumando además 20/21 puntos en los tableros.
La plata y el bronce con 10 se los adjudicaron los dos equipos de San Juan, quedando Mikel Gurea relegado al cuarto puesto con una puntuación de 8. Quinto y sexto puesto fueron otorgados respectivamente a los conjuntos de Orvina y Buztintxuri con 6 tantos, cerrando la tabla los dos equipos compuestos por los chavales más pequeños, la segunda escuadra de Amaiur (2) y Mendigoiti (0).
Los chavales se lo pasaron en grande y prometieron volver el año que viene, con las reglas bien aprendidas y el mismo espíritu de superación… y ganas de disfrute.