Los once jugadores y delegados que se desplazaron hasta Úbeda se traen de vuelta a Burlada una enorme experiencia. No todos pueden decir que han jugado un Campeonato de España. Para algunos de los que acudieron a Jaén esta cita era una muesca más en su dilatado CV ajedrecístico, pero para otros ésta era la primera ocasión en la que vivían un torneo con tanto empaque.
Este año se pudo acudir con dos conjuntos, porque en los torneos en los que participa Mikel Gurea como club no van sólo los mejores, también participan los que no lo son tanto. En MG contamos todos. A ver si el año que viene, en vez de dos conjuntos podemos sacar tres. Pero también hay que trasladar alguna crítica. En los últimos años prácticamente todos los campeonatos nacionales (a excepción del de Selecciones) se disputan en el sur; a ver si se tocan otros puntos de la geografía, tan variada y variopinta.
En cuanto al tema deportivo, el equipo A de Mikel Gurea partía del puesto 14 por la media de Elo; dos chavales de sub18 (Iker Fernández y Adrián Oroz) y uno de sub16 (Aitor Esparza) junto a MF Daniel Pinto, una pléyade de talentos sobre los tableros. Si delegado, Juan Carlos Esparza, que sabe más que los ratones colorados. El B por su parte, mezclaba veteranía y juventud, experiencia y bisoñez, todo en una misma escuadra a cargo de Kasi Artetxe, que más chulo que ocho, debutó en el club en este evento de campanillas. Los cinco que se fueron turnando en las mesas fueron Sergio Anguas, Amaiur González, Iñigo Ostiz, Angel Esparza y Gorka González (estos dos últimos sub14).
Precisamente, el primer emparejamiento del torneo enfrentó a los dos equipos del club. Ya es casualidad, oiga… pero algo más que añadir para la historia del club. El derbi se lo llevaron los del A por un 3-1 en donde los favoritos se impusieron a los del B tras una noble refriega, que salvaron el rosco con la victoria de Amaiur ante Adrián. Muy probablemente, lo que se vio en los siguientes resultados de la jornada del sábado a la tarde tenga su explicación por lo acontecido en esta primera ronda, ya que, pese a la derrota -honrosa y luchada-, el B cosechó posteriormente unos magníficos resultados ante rivales a priori superiores, mientras que al A pareció que les temblaran aún las piernas tras el susto frente a los canteranos. El caso es que el B finalizó la jornada del sábado en la mitad de la tabla con 5 puntos de match y 9 puntos en los tableros, mientras que el A se mantenía un poco más abajo con 4 puntos de match y 8,5.
La jornada del domingo volvió a deparar un derbi, esta vez foral. Mikel Gurea B se las vio con San Juan, que venía de ser segundo en el campeonato navarro. La derrota fue más numérica que ajedrecística, dado que Sergio en la mesa 1 desaprovechó los últimos segundos de su partida para conseguir unas tablas y Amaiur se quedó sin premio pese a contar con pieza de más… pero al fin y al cabo los cifras mandan. La mañana fue muchísimo más proclive para los del A que para los del B, que no pararon de cosechar triunfos o empates hasta una abultada victoria (3,5-0.5) en la última ronda ante el Albatros A que les superaba en 200 puntos Elo de media por tablero.
Al final los dos equipos de Burlada lograron mejorar tres puestos sus respectivos rankings iniciales, finalizando el primer conjunto en el puesto 11 (mejor equipo navarro en el torneo) y el segundo en el 26. Sin embargo, si atendemos a los Elos de los cuatro que sacó el equipo A, la subida sería de nada menos que doce plazas en la tabla final. Además de todo eso, siete de los nueve jugadores del club se vuelven a casa con una magnífica cosecha de Elo, destacando los +84 de Gorka, los +81 de Angel, los +45 de Aitor, los +39 de Amaiur y los +38 de Iñigo. Esta subida de su rating es señal del buen juego que desplegaron en Úbeda. Y en cuanto al resto, destacar la solidez de Daniel en el primer tablero (al igual que Sergio en la del B enfrentándose a los más duros), la valentía de Adrián en el segundo y la tranquilidad que da tener a Iker en la cuarta mesa.
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