
Lucrecia Borgia, recreación de la serie «Los Borgia»
La apertura que hoy les traigo es una de las más antiguas del ajedrez. Se menciona en el tratado de Luis Ramírez de Lucena (1465-1530) «Repetición de amores y arte de ajedrez», publicado en Salamanca en 1497, junto con otras muchas posiciones básicas de ajedrez como el final conocido como posición de Lucena. Lo que no se suele saber es que el libro de Lucena es en gran medida un copia y pega al estilo de la época del libro perdido pero bien documentado de Francesch Vicenc, publicado dos años antes en Segorbe, Valencia. La continuidad entre las dos obras está documentada incluso a nivel de tipografía, pues en la composición del libro de Lucena se usaron los mismos tipos con los que se había impreso el libro de Francesch Vicenc, siendo los impresores, que se habían trasladado de Valencia a Salamanca entre 1495 y 1497, los que con toda seguridad le dieron a conocer a Lucena la obra del ajedrecista valenciano. La obra de Francesch Vicenc es un hito en la historia del ajedrez, pues fue la primera en la que se establecieron por escrito las reglas del ajedrez moderno o «de la dama», que se difundió como la pólvora (y también gracias a la pólvora y a la imprenta) por todo el Mediterráneo cristiano, señoreado por la Corona de Aragón, y por el norte y centro de Europa. Se cree que Francesch Vicenc llegó a ser chess trainer de nada menos que Lucrecia Borgia, la femme fatal de los Borgia, no se sabe si en calidad de víctima o de depredadora. La familia Borgia ha pasado a la historia por sus trucos, trampas y celadas a base de bodas, incienso, veneno y puñal.

Página de la obra de Lucena, publicada en Salamanca en 1497, con licencia Creative Commons del «Llibre dels jochs partits dels schacs en nombre de 100», de Francesc Vicenc
En esta apertura más vieja que Lucena el alfil de rey se desarrolla antes que el caballo de rey, el cual muchas veces sale por e2 para apoyar el avance f4. Es una apertura agresiva, muy usada a nivel de club, pero poco frecuente en el ajedrez de alto nivel, donde a lo sumo aparece como una mera transposición de su prima, la apertura italiana, una de las primeras, sino la primera que guía los primeros pasos de los que se inician en el ajedrez.