Los finales de torre nunca dejan de sorprender por su complejidad y sutilezas. En éste en concreto las negras tienen un peón de más pasado con igualdad de peones en el otro flanco. Ganar o entablar esta clase de finales depende de la posición de torres y reyes y lo avanzado que esté el peón. En este caso la torre negra protege al peón desde el lateral, el segundo mejor sitio para hacerlo (el primero es por detrás del peón y el peor sitio desde el que proteger es por delante). La torre blanca está en el mejor sitio, detrás del peón pasado. Los dos jugadores jugaron el final muy bien, pero las blancas dejaron pasar el primer chance de tablas con la jugada Th7, y luego el negro no veía como progresar hasta que se cometió el último error (como decía Tarrasch en ajedrez gana el que comete el penúltimo error), Tc2+. Los finales tienen varias pegas, que se juegan tras una ardua y larga lucha y normalmente con poco tiempo. Como se puede ver en esa instantánea de Chess24 a 14 movimientos del final, Alexander Pedchenko disponía de 6 minutos y 2 segundos, por 44 minutos de su rival. Hay que subrayar que a media partida Pedchenko disponía de 10 minutos más que su rival. Los finales y la transición del medio juego al final también puede devorar el tiempo, por lo que el conocimiento teórico de las posiciones que se puedan dar ayudará también a ahorrar minutos, y en definitiva a ganar o conservar muchos medios puntos que se escapan «inmerecidamente».
Anotador: Zelonio