Por noveno año, la Cigüeña de Plata vuelve a Alfaro. Estupendo torneo el organizado por el Club de Ajedrez de Alfaro, que ganó Pablo Glavina, del Club de Ajedrez de Alfaro. Esta reiteración no tiene ningún retintín. Pablo Glavina es MI (o IM) y encabezaba el ranking del torneo con sus 2404 de rating FIDE, por lo que su victoria era el resultado más esperado de todos los probables. Las casas de apuestas que funcionaban en los soportales de la Plaza de España así lo atestiguaban.
De los 119 inscritos, la verdad es que ¡39! los nutría el propio Club de Ajedrez de Alfaro. La potencia de este Club es asombrosa. Evidentemente, no opera meramente a una escala local, sino que aglutina la afición de las poblaciones colindantes y más allá. Si se pone en valor esos 39 inscritos del C.A Alfaro con los ¡solo seis! procedentes del resto de clubs de La Rioja, se puede afirmar que el ajedrez riojano es Alfaro y poco más. Detrás de ese éxito, que nos beneficia a todos los aficionados, no cabe duda que hay muchos años de mucho y buen trabajo que a buen seguro los dos hoteles de Alfaro agradecerán, puesto que algunos inscritos nos tuvimos que alojar en pueblos de alrededor.
La nómina exótica la formaban un CM colombiano (Jorge Hernán López Ramírez), un IM serbio pero afincado en España (Slobodan Kovacevic), un guatemalteco afincado en Madrid, y dos jóvenes de un club alemán impronunciable (SCHACHJUGEND HERBORN 1998 E.V.). pero de nombres clarísimamente vascófonos: Haizea y Aritz.

Andrés Malón, segundo por la izquierda. El ganador en el centro, como toca
La presencia navarra en el torneo era la más nutrida después de la riojana: nueve oberenistas, cinco del Santa Ana de Tudela, dos de Mikel Gurea y uno del “club virtual de Ansoain”, Andrés Malón, que obtuvo un extraordinario resultado en el torneo: segundo, empatado a puntos con el ganador Pablo Glavina, y a medio punto de una tropa de cuatro perseguidores. Su partida decisiva fue la última, contra el ganador sorpresa del “Open del Casino” del pasado mes de agosto, el jugador del Alfaro Jorge Ruiz González. Los dos, K=40, es decir, menores de 18 años. De nuevo, aquí, como en el caso ya comentado del Casino, un oportuno bye de cero puntos permite navegar hasta la ronda final con opciones… y aprovecharlas. Aunque en este caso la ausencia se debió a haber acudido a Pamplona en la tarde del día 2 a disputar el Campeonato por Equipos frente al Orvina A. Los -8,80 puntos de rating perdidos frente al orvinense Mikel Ortega López no son nada para los 65,2 puntos ganados en Alfaro. ¡Enhorabuena, Andrés!
Muy buen resultado de la armada oberenista. Puestos 5, 6 y 7 para Javier Habans, Juan Labiano y Cristian Atipov, y en conjunto casi todos ellos mejoraron en la clasificación final su ranking inicial, a pesar de una “deserción en masa” en la tarde del día 2, para jugar la correspondiente ronda del por Equipos en Pamplona. La presencia de Jesús de la Villa paseando entre los tableros y siguiendo a sus pupilos, fue habitual en casi todas las rondas.
De nivel más discreto la representación tudelana, liderada por los hermanos Fuentes Guinot, a uno de los cuales el que suscribe tuvo que recordarle durante la partida que el ajedrez no es un combate físico, tal era su estado de compenetración entre mente y cuerpo.
En cuanto a los “mikel gurea”, buen resultado de Ernesto Artozqui, con su correspondiente subida de rating a pesar del inevitable enfrentamiento con algún jugador no rateado. Un par de partidas duras, de las de casi cuatro horas, y alguna partida perdida por el error psicológico, previo al error sobre el tablero, de subestimar al rival.
El que suscribe, torneo mediocre con ligera pérdida de rating que no hubiera tenido lugar si, de las tres victorias, dos no se hubieran producido frente a jugadores que no dan ni elo ni gloria. Dos derrotas por incurrir en el mencionado error psicológico de subestimar al rival. Pero qué vas a hacer si te encuentras frente a una cría que podría ser mi nieta, que en la jugada 3 de las blancas contra una Caro-Kann te saca la Dama a <f3> con la intención aparente de hacerte el mate pastor. Cuando acabó la partida no pude evitar decirle que era una anarquista del tablero, que cómo se le ocurre sacar la dama a pasear en la jugada 3. Y me contesta que era una preparación de su entrenador fulano de tal, IM por lo que he averiguado. La chica no tiene edad para sacarse el carnet de conducir, pero tiene entrenador y mueve las piezas como un piloto de GP2. Tenía que haberme servido de aviso el libro de Pioneros que se vendía a la entrada de la sala de juego. ¡Mucho cuidado con los pioneros!
Y la jugadita 3. Df3 después de las rutinarias 1. e4 c6, 2. Cc3 d4, no es ninguna tontería, sino la Variante Goldman-Spielman, especial para cazar incautos no con el mate pastor ni con 3... dxe4 4.Cxe4 Cd7 5.D3e Cg-f6 6.Cd6#, sino con el error psicológico de subestimar al rival. En ajedrez, cuando no ganas, aprendes. ¡Gracias, Irene, por transmitirme gratis las enseñanzas de tu entrenador y mejorar mi Caro-Kann!
Para terminar, reproduzco aquí otra partida, la de los puñetazos al reloj. Fue dura, larga, del orden de 3 horas y 45 minutos, y la penúltima o antepenúltima en terminar en esa ronda.
Felipe Martín
- Ernesto jugando contra una garza. Partida dura, que se resolvió con amenazas de mate mutuas
- Desde el altillo o sobrepiso donde jugaban los últimos doce tableros
- Anotando, que es gerundio
- Pensando, que también lo es
- Vista de media sala, vacía, justo antes de empezar la primera ronda
- El ganador en el centro y los demás premiados
- La Cigueña