El último torneo oficial de la temporada 2023/24 fue el Campeonato Navarro Relámpago por Equipos, con partidas a 3’+2″ y valedero para Elo Fide. Tuvo lugar en la Residencia Fuerte del príncipe. A la mañana se había disputado el torneo individual y a la tarde el director del torneo decidió que fueran 13 las rondas que se disputaran, habiendo 14 equipos inscritos al evento. Esto es, una liga todos contra todos.
La verdad es que algunos de los participantes llevaban encima una buena ensalada de partidas. Con la mochila tan llena no es fácil sacar el mejor ajedrez que uno lleva dentro, por lo que los resultados de los nuestros no fueron los deseados. A los nuestros se les vio muy cansados, algo de lo que aprenderemos para la siguiente edición a la hora de apostar por la participación en una u otra competición y también en la forma de confeccionar las escuadras que tienen como objetivo competir por entrar en los premios.
Al final el que se llevó el gato al agua fue Oberena, que vino con un solo conjunto en el que encajó a sus mejores jugadores (no dejó a nadie fuera y vino con todo) y se alzó con el triunfo con 26/48.
Por nuestra parte, independientemente de los puestos de nuestros cinco equipos (36% del total del torneo), lo más reseñable es la actuación espectacular curiosamente de los compañeros que defendieron las mesa más dura, la 1. Así, Amaiur González se llevó a casa +54 puntos de Elo, Camilo Lotero +32 y Hegoi Irisarri +31. Además, a éstos hay que sumar la subida de Kaiet Viana con +41 y Aitor Esparza +23. Buena bolsa de puntos para seguir subiendo el rating.
En cuanto a la clasificación de nuestros conjuntos, su desempeño fue el siguiente:
5- Mikel Gurea Txuriak 17/35: Conforme pasaban las rondas se iba viendo que los jugadores que habían hecho doblete de competición estaban cada vez más y más mermados. Nota mental: tenerlo en cuenta para el año que viene. Particularmente los resultados de los nuestros fueron: Camilo Lotero (8/10), Aitor Esparza (8/10), Jon Goñi (7,5/11), Mateo Echegoyen (6/11) y Ángel Esparza (6/10)
8- Mikel Gurea Beltzak 14/28,5: Nombre a nombre este equipo prometía mucho más, por juventud, talento y nivel… pero el lastre del agotamiento hizo mella en las mesas intermedias, sosteniendo al conjunto un Kaiet en la 4 durísimo. Uno a uno su labor fue ésta: Amaiur González 5/10, Serhiy Pedchenko 2/3, Jon Merino 6/13, Gorka González 6/13 y Kaiet Viana 9,5/13.
12- Mikel Deuna 4/11,5: Un torneo que no olvidarán fácilmente los componentes de MD, que tuvieron que jugar con uno menos al no poder entrar en la sala Jesús Martínez. Sobre este aspecto hablaremos al final del artículo. Participar con un tablero menos rebaja tus pretensiones y el ánimo a cualquiera, por lo que los número de Alfonso Cemborain 5,5/13, Juan José Navas 4/13 y Jesús María Oyaga 2/13 no fueron los que debían haber sido.
13- Mikel Gurea Urdinak 3/8,5: El equipo de los chavales mayores compitió de tú a tú y sólo la falta de experiencia les privó de subir algún peldaño más en la tabla final. Todos ellos puntuaron: Aitor Pérez 2/9, Mario Pérez 2/11, Daniel Pérez 1/10, Ariane Echeverría 2,5/11 y Julen Merino 1/11, que era el más benjamín de toda la prueba al ser aún sub8.
14- Mikel Gurea Gorriak 2/7,5: El equipo sub10 se animó a probar suerte y medirse contra los especialistas. ¿Quién dijo miedo? Consiguieron puntos y dieron más de un susto en un ritmo que no es el que más aprecian… pero todo sirve para aprender. Sus puntuaciones fueron Hegoi Irisarri 3/9, Alex Echeverría 0,5/9, Aitor Molina 0/8, María Echegoyen 0/9, Iván Huarte 1/8 e Ibai Irisarri 3/9.
La clasificación final del torneo se indica en este link.
¿Qué sucedió con Mikel Deuna?
La mancha negra que salpicó el torneo, y que bien seguro seguirá dando de qué hablar hasta que se limpie…, fue lo sucedido con la llegada de uno de los jugadores de Mikel Deuna al local de juego. La Residencia Fuerte del Príncipe es una instalación deportiva del Gobierno de Navarra de la que la Federación Navarra de Ajedrez suele servirse para que en sus salas se desarrollen torneos oficiales como éste.
Para acceder al interior las personas que van en silla de ruedas o que usan muletas tienen habilitado un acceso en forma de rampa para salvar las escaleras de entrada al recinto. El fin de semana en el que se disputó la competición el último tramo se encontraba en obras en su ubicación final, justo al lado del hall de entrada a la residencia, ya a cubierto y en el interior del transepto. La FNA no informó a los federados al respecto de esta incidencia y el jugador de Mikel Deuna que se sirve de la silla para desplazarse quiso acceder al local de juego sin conseguirlo.
Sus compañeros del equipo trataron en primer lugar de sortear el obstáculo, pero lo cierto es que la integridad de nuestro jugador se podía ver comprometida. Además, el bedel de la residencia solicitó que no se moviera nada de las obras. Lo segundo que se intentó fue que el equipo arbitral dejara que el jugador de Mikel Deuna participara en el torneo disputando sus encuentros en ese espacio, al que resultaría muy sencillo llevar una mesa y una silla para qu su contrincante jugara contra él. Lo que todos tenían en mente era que se participara en la fiesta del ajedrez. Es su pasión y la de todos nosotros.
Cuando el árbitro auxiliar se disponía a habilitar y acondicionar la petición -entendiendo perfectamente lo extraordinaria y a la par dolorosa que era la situación-, el árbitro principal se negó a ello, alegando que no podía dejar a un juez allí para un solo encuentro, algo que es absolutamente tendencioso dado que hay encuentros oficiales (los por equipos, por ejemplo) que se desarrollan sin el concurso de un colegiado en la sala. Con esa decisión arbitral el daño ya estaba hecho.
El jugador de MD se dio la vuelta y se volvió a casa sin jugar una sola partida, dejando a su equipo con un jugador menos en todos los encuentros. La procesión la llevaba por dentro… Pasados unos días, el club solicitó por escrito una disculpa federativa a nuestro socio, al club y la devolución del importe de la inscripción. Si bien el ajedrecista afectado recibió una llamada del presidente, se tuvo que insistir en que la FNA dijera algo al respecto por escrito, obteniendo finalmente una comunicación oficial tal y como solicitábamos, pero alegando la federación que no iba a abonar la cuantía del pago del torneo dado que el equipo arbitral no había anotado ninguna incidencia y que los afectados no habían interpuesto en la sala de juego ninguna reclamación.
De todo esto se aprende. Nosotros lo haremos de nuestros errores. Y lo que no te mata, te hace más fuerte. Está claro que sí hay una próxima vez, la forma de afrontarla será bien distinta y habrá que hacer sonar el mayor número de timbres.