La antepenúltima ronda nos emparejaba en casa ante el Calasanz de Vitoria/Gasteiz en la que sería nuestra última partida como locales. El torneo está llegando a su fin y ya todos los puntos en liza son tremendamente importantes. Y más cuando, salvo el Sestao, todos los demás estamos en un auténtico puño en la tabla clasificatoria. Duelo de necesidades el vivido en la Bombonera, pero no menos que cualquiera del resto de emparejamientos del sábado.
La alineación de Mikel Gurea volvió a cambiar; seguimos sin repetir cuatro, lo que da muestra también del compromiso de todos y cada uno de los componentes del equipo. Nuestros rivales alaveses pusieron sobre el tablero a tres jugadores con un Elo de alrededor de 2100, lo que indica también la relevancia que para ellos tenía el enfrentamiento. Pese a que éramos inferiores por rating mesa a mesa, las partidas había que lucharlas, como así fue por ambas partes.
Adrián Oroz volvió a jugar con blancas y desplegó un buen nivel de juego ante F.J. Moyano en la mesa 1. Nuestro sub18 anduvo cómodo en todas las fases de la partida, rechazando ofertas de tablas, confiado de que su posición mejoraría. Y así fue, consiguió varios peones de ventaja, pero en el momento de mayor tranquilidad, con prácticamente nada en el tablero, le colaron un truco que le llevó a la derrota. Qué lástima.
El segundo tablero le tocó a Iker Fernández, que suele jugar en la mesa 3 o 4. En frente tenía a José Knorr, que contaba sus cinco partidas anteriores por victorias. Todo un hueso. Sufrió en la apertura y su rival no vio un buen plan que le apretaba, por lo que pudo salir airoso y desplegar sus mejores armas para llegar a firmar unas muy buenas tablas.
Sergio Anguas, que debutaba en Liga Vasca este año, lo hacía ante Daniel Ochoa de Eribe, que también disputaba su primera partida. En el duelo de novatos fue Sergio el que consiguió ventaja en el medio juego, tras lo cual su contrincante se lanzó a lo kamikaze contra el enroque de nuestro delegado. Después de dos piezas lanzadas, la dama y las torres que acosaban al rey no lograron alcanzar la meta y la victoria de Sergio se consiguió, con la posición ya dominada, por caída de bandera.
La mesa cuatro le volvió a tocar a Aitor Esparza, que se midió con Igor Gallastegui en la mesa más igualada de todas. En el intervalo entre el medio juego y el final Aitor se sintió cómodo y vio cómo ganar la partida, pese a que el módulo no apostaba tanto por él. Pero ninguno aquí somos Stockfish, ¿verdad? Buena victoria, siguiendo la racha.
Victoria muy trabajada ante un rival muy parejo en la tabla. Pudo ser mejor el resultado, pero también peor… así que la victoria la consideramos justa, aunque tal vez corta (Mikel Gurea 2,5-1,5 Calasanz). Finalizada la jornada, si dejamos a un lado Sestao y sus 19 puntos que apuntan al ascenso y el título, el resto de equipos nos vemos en un puño, en 3,5 puntos si sumamos los 4 puntos de Oberena a todos (entre 16 y y 12,5) ¡Menudo jaleo! Por el momento nos plantamos en el cuarto puesto empatados con el Conteneo de Bilbao con 15 puntos, a medio punto del ascenso y tres por encima de un descenso… engañoso. La próxima jornada nuestro rival será Orvina B, que cierra la tabla, lo que convertirá el derbi navarro en un encuentro de verdaderas necesidades.
La presente tabla no es la que se publica en chess-results, y es que el programa no deja cambiar por 4 puntos todos los encuentros disputados ante Oberena. Esta foto sería la que en realidad debería reflejar la clasificación del torneo. Podéis ver toda la información de la ronda 7 en este enlace.