La disputa de la última ronda de Liga Vasca nos enfrentaba a nuestros compañeros navarros del Orvina B con la permanencia en juego por ambas partes al estar empatados con 15,5 puntos, aunque los de la Txantrea disponían de un mejor desempate en caso de igualdad a la finalización del evento. En la ecuación entraba también el Calasanz de Vitoria que con 15 puntos se las veía con el líder del torneo, un Portugalete que mantenía hasta este momento su casillero de derrotas a cero a lo largo de todo el torneo; no había perdido ninguna sola de las 32 que había disputado. Con esto sobre la mesa el planteamiento es que el que menos sume de los tres se gana el descenso… salvo que la FVA decida bajar no sólo una categoría al San Juan no presentado en División de Honor. Ello otorgaría la ansiada salvación, pero hasta la fecha no se tiene conocimiento de lo que va a suceder.
El lugar escogido por la FVA para que la última ronda se celebrara con todos los equipos de División de Honor y Primera juntos fue una de las salas del Polideportivo Mendizorroza de Vitoria/Gasteiz, que, como cantaban los Potato en ‘Rula’, es la capital artificial de un país singular. Pero no por la ciudad, sino por el local elegido para un evento deportivo de tanto calado como éste, tal vez la elección de la sala no haya sido la más adecuada.
Los dos equipos navarros aparecimos en tierras alavesas con dos escuadras de primer nivel para lograr nuestros respectivos objetivos. Estaba claro que ambos sabíamos lo que nos jugábamos y que no había que fiarse de lo que sucediera en el encuentro del Calasanz. Y así fue, ya que de forma llamésmole estrambólica en todas las partidas de los vitorianos la ventaja sobre los potugalujos fluyó a las pocas jugadas de iniciarse las mismas. Los de Portugalete, con el título y el ascenso en la mano, llevaban unos guarismos de 22 victorias, 10 tablas y 0 derrotas hasta este instante; descomunal. Y van y curiosamente pierden sus cuatro partidas… ‘No lo sé Rick, parece falso‘, podría decir cualquiera. Y el que diga que no es sorprendente es que… que se lo digan a Rick.
Con lo que se iba viendo, los ochos navarros a lo suyo, a batirse el cobre en plan ‘Los Inmortales‘ y sólo puede quedar uno. Tuvimos que volver a contar con MF Daniel Pinto para defender la mesa 1 ante Javier Sevilla. La partida estuvo controlada en todo momento por Daniel, mostrándose muy sólido y transmitiendo confianza y seguridad a sus compañeros desde su posición. El punto cayó de nuestro lado.
En la mesa 2 se repitió un encuentro que se sucede cada temporada tropecientos veces al ser ambos jugadores muy cercanos en edad, con un solo año de diferencia. Adrián Oroz y Haymar Leoné firmaron tablas en una partida en la que los dos buscaron sus opciones, pero ambos se conocen y respetan mucho y ante la tensión del encuentro firmaron de forma rápida el armisticio.
La mesa 3 se la quedó Odei Lerendegui, que andaba con ganas de debutar en el equipo. Y qué mejor que hacerlo en la partida de máxima tensión. No se arruga, no. La suya fue la última en finalizar cuando el marcador estaba ya a nuestro favor 2-1. Las tablas nos valían para salvarnos y eso Íñigo Montoya, su rival, lo sabía, por lo que trató de liar la posición buscando lo que no había y provocando con ello que la ventaja de Odei fuera cada vez mayor hasta anotarse el punto entero.
La primera en terminar fue la partida entre Aitor Esparza y Javier Cinza, que acabó en tablas. Esta mesa, la cuarta, era en la que más desventaja teníamos de Elo (+170), así que un muy buen resultado el de nuestro sub16, que venía de lograr esa misma mañana un tercer puesto en el Campeonato Navarro de Ajedrez Relámpago. Buena jornada la suya.
Esta victoria por 3-1 frente al Orvina B nos deja en el quinto puesto de la clasificación y nos permite seguir disfrutando de la Liga Vasca por cuarto año consecutivo. Además, somos el primer equipo navarro de la categoría y el segundo ahora mismo en Liga Vasca. La base del equipo han sido los chavales y éstos el año que viene con total seguridad serán aún mejores de lo que lo son hoy. A ver qué metas nos ponemos la temporada próxima. Por lo pronto, objetivo conseguido, muy luchado, muy sufrido… y muy merecido.
Por lo demás, justa victoria y ascenso de Portugalete -pese al punto negro en su haber de esta última ronda-, al que acompañará Santurtzi en DH. Descienden de Primera Danubio, Martintxo B, Egidazu y Orvina B, quedando este último a la espera de lo que suceda en los despachos.
Podéis ver toda la información de la ronda 9 en este enlace. Y la clasificación en este otro link.