Los torneos de fin de semana a ritmos de ajedrez clásico inferiores a 90’+30″ se han adueñado del calendario ajedrecístico y no hay una sola comunidad en la que no haya una competición de este tipo. En Navarra el único evento de este tipo es el nuestro, por ejemplo. En este caso, el Gran Hotel Peñíscola, en la propia localidad de Peñíscola (Castellón), organizó esta prueba limitada a jugadores de menos de 1800 Elo. Un total de 88 jugadores se dieron cita en el torneo, que se disputó de sábado a domingo a un total de 7 rondas con un ritmo muy curioso: 30’+30″.
Uno de nuestros canteranos, Aitor Molina, vio la posibilidad de inscribirse en el torneo con el fin de lograr el último bloque de partidas que le otorgaran definitivamente un espacio propio en la lista de Elo Fide y un hueco entre los mejores de su categoría en Navarra. Ya llevaba un bloque de 1/2, por lo que con puntuar en una de tres partidas el objetivo estaría cumplido.
55- Aitor Molina 3/7: Pese a ser uno de los jugadores más jovenes que tomaron parte en el Open -de largo… ya que aún es sub10-, su actuación estuvo a la altura de alguien muchísimo más experimentado. Sus números lo dicen todo: +2 =2 -3, una performance general de 1513 puntos, tablas ante un 1660 y una mejora de 25 puestos con respecto a su ranking inicial. Además, al hecho de haber conseguido la meta señalada, logró el segundo puesto de su categoría de edad.
Aitor no fue el único jugador foral. Compartió escenario ajedrecístico con el también navarro Abel Otazu, que firmó unos excelentes 4/7 y una subida de +6 puntos de Fide pese a no disputar la última ronda. De hecho, llegó imbatido a la penúltima ronda.
El vencedor de la prueba fue José Escudero con 6/7. Partiendo del ranking 10, demostró una enorme fortaleza, entablando las dos últimas rondas para certificar el título. En este enlace puedes ver cómo se desarrolló el campeonato.