Con la temporada cerca de llegar a su fin, la asistencia a los torneos baja claramente. Y en Burlada no somos ajenos a esta máxima que se repite año tras año. La gente está pensando en otras cosas, aprovechan los días con más luz y las jornadas con una temperatura mejor. Es lo normal… pero también lo será el hecho de que en cuanto lleguen los meses de septiembre y octubre todo vuelva a la normalidad y se recuperen las cifras habituales. Ley de vida.
La cifra, como se ha explicado anteriormente, fue un tanto escasa, pero el nivel de los participantes fue altísimo, lo que provocó que se desarrollaran muchos y muy buenos encuentros. Los datos del torneo, los ya conocidos de 7 rondas de partidas a 5′.
Iker Fernández tenía ganas de llevarse el título de campeón de los viernes, que esta temporada venía resistiéndosele. Delante tuvo un buen número de rivales de entidad que se lo pusieron difícil, pero fue capaz de poner la directa y anotarse todas y cada una de las partidas que disputó. Sus 7/7 ubicó a sus perseguidores a dos puntos por detrás, certificando por fin su entorchado y posicionamiento entre los campeones. La plata, el bronce y la medalla de chocolate se la jugaron entre tres compañeros del club que empataron en la clasificación con 5/7. La buena o mala suerte -que esto es algo que va por barrios- otorgó la segunda plaza al líder del año, Adrián Oroz, que superó por mejor bucholz a Mateo Echegoyen, que también realizó un notable campeonato. Lo dicho, buen juego y grandes partidas.
Con el torneo número veintiséis, la tabla clasificatoria de cómo va la temporada se encuentra así:
