Crónica de Amaiur Ikastola A en el Interescolar 2024

El pasado 24 de marzo se celebró el V Campeonato Interescolar de Ajedrez de Navarra en el colegio Joakin Lizarraga de Sarriguren. Este torneo es diferente de los muchos otros torneos infantiles que se juegan en Navarra por varias razones.

En primer lugar, el volumen. Estamos hablando de un torneo que en cada edición mueve cientos de niños, yendo en aumento cada año. En la de este año nada menos que 84 equipos, de entre 4 y 5 jugadores, participaban haciendo un total de más de 400 participantes con sus padres, monitores, etc. Una auténtica marabunta que el año que viene aumentará, según el director del torneo Oskar Lazkoz, hasta los 100 equipos para que nadie se quede sin participar por aforo. Habrá que ver cómo y dónde se monta tal evento.

En segundo lugar, y relacionado con el primer tema, es un torneo en el que participan cientos de niños a los que luego no se les ve jugando en el resto de torneos del circuito escolar, sin que se sepa muy bien por qué razones.

Finalmente, es un torneo de colegios, lo cual lo hace diferente del resto de torneos donde habitualmente participan jugadores que pertenecen a algún club. En este torneo no hay “selecciones” sino que depende de la escolarización de cada uno y por ello hay equipos compuestos por jugadores de niveles muy divergentes. Puede que esta sea una razón de su éxito, que los niños que juegan menos se sienten más entre iguales.

Esta dualidad colegio/club también tiene sus connotaciones negativas ya que ocasionalmente hay colegios que mandan uno o más equipos al torneo y, estando estudiando en esos colegios algunos de los mejores ajedrecistas forales, estos no participan surgiendo la sospecha de si las malas relaciones entre clubes podrían ser la causa. No hay manera de saberlo, pero es muy triste que en una competición tan chula como esta no representen a su colegio los mejores jugadores que cada colegio tenga.

En Amaiur Ikastola, un pequeño colegio público modelo D situado en el barrio de Iturrama, este torneo es especialmente ilusionante desde que en su primera participación hace dos años tras la pandemia y con un equipo muy joven, dieron la campanada venciendo al favorito en la última ronda y consiguiendo un espectacular segundo puesto. No cabe duda de que esto influyó en la gran afición por el ajedrez que hay en la ikastola, donde multitud de txikis reciben la extraescolar del profesor Mikel Razkin, que además es el presidente del club de ajedrez Mikel Gurea de Burlada.

Precisamente por ser una competición de colegios donde los clubes están un poco al margen y también por motivos laborales, Mikel confecciona los equipos según el nivel que les ve en clase y en los torneos pero nos deja a algunos padres y madres la labor de monitorizarlos en el interescolar. Siendo yo también muy entusiasta del ajedrez, he asumido esta labor con el equipo que se confecciona cada año para luchar por alcanzar el mejor puesto posible.

Dicho equipo este año lo confeccionaban en orden de fuerza: Jon Merino, Aritz Mancho, Unai Fuentes, Jon Ariz y Manu Mazo. Un muy buen equipo que aspiraba a lo más alto. Respecto a los equipos de años anteriores entraban Aritz y Jon Ariz nuevos, siendo Jon Ariz un buen ejemplo de lo que comentaba antes, ya que recibe clases por parte de Miguel Ángel Serrano en la Escuela de Beriain, un centro que no es Mikel Gurea pero que por su nivel de juego merecía estar en el equipo más competitivo de la ikastola.

El torneo se regía por el sistema suizo de emparejamientos, muy utilizado en ajedrez, donde cada equipo juega siempre que sea posible con otro equipo que tenga los mismos puntos. Esto significa que aunque al principio se pueden producir emparejamientos desiguales, más adelante todos los equipos acaban jugando con rivales más o menos de su nivel. Se resume bastante bien en lo que les suelo decir yo en los torneos a los txikis: si ganas, tu siguiente rival será más difícil y si pierdes, será más fácil.

En un torneo con 84 equipos participantes en las primeras rondas habitualmente suelen tocar equipos con jugadores poco experimentados y así fue en las dos primeras, donde San Cernin P y Miravalles – El Redín 1 opusieron en general poca resistencia y recibieron sendos 4-0 por parte del equipo.

En la tercera ronda con dos victorias ya nos encontrábamos con un rival más serio que también había ganado ambas, San Ignacio C, con niños que juegan en el club Oberena, muy jóvenes pero con buen nivel de juego. Jon Merino venció con algunas dificultades a Micaela, Aritz a Ignacio, Unai a Alvaro y Manu a Xavier. En general, fueron partidas donde hubo pocos regalos y hubo que jugar bien para ganar.

En la cuarta ronda, con tres victorias de tres posibles, ya empezaba lo realmente difícil. El rival era Nuestra señora del Huerto, el subcampeón del año anterior, con dos de los mejores jugadores del torneo en sus dos primeras mesas. Aritz en la mesa 2 empezó perdiendo con David, jugador de San Juan que ha estado entre los 8 finalistas sub12 de este año. Unai pudo con Javier en una partida disputada donde venció en la carrera de peones y Jon Ariz venció con un gran despliegue de juego al pequeño Mark, un muy buen ajedrecista de solo 7 años finalista sub8 que también juega en San Juan. En la partida decisiva Jon Merino se enfrentaba a Abel, un durísimo rival de Oberena con dos campeonatos navarros en su haber con el que Jon ha jugado en innumerables ocasiones, muchas de ellas con algún trofeo en juego. Jon sabía que las tablas le daban la victoria del match y adoptó una posición defensiva dejando la presión de atacar a su rival, quien finalmente tuvo que resignarse a aceptar dichas tablas.

La victoria llenó de moral a los txikis, ya que vencer a todo un subcampeón del año pasado aunque fuera por la mínima era un paso de gigante. Tras una pausa para comer, se continuó por la tarde en la quinta ronda, donde esperaba el equipo Joakin Lizarraga B, segundo equipo del colegio campeón del año pasado y con muy buenos jugadores de club.

Esta ronda fue una auténtica locura, con todos los txikis con los nervios por las nubes. Jon Merino fue el único que ganó con comodidad, aprovechando un despiste de su amigo y compañero de club Ibai. En el resto de mesas hubo remontadas increíbles. Jon Ariz en la mesa tres acabó venciendo a Jon tras haberle regalado un caballo al principio. Manu tuvo contra las cuerdas a Oinatz teniendo ventaja de calidad pero los nervios le pudieron y acabó cediendo su partida perdiéndola pieza a pieza. Y, en la partida más loca, Unai acabó venciendo una partida donde estaba totalmente perdido gracias a un despiste de su rival Iraia, subcampeona de Navarra sub10. Resultado final un 3-1, en una ronda donde se podría haber recibido tranquilamente un 1-3.

Nos plantábamos en la sexta ronda y esta ya sólo tenía tres equipos que contaran todos sus matches por victorias y según el sistema suizo dos de ellos debían medirse entre ellos. El azar quiso que fueran los otros dos equipos: Joakin Lizarraga A (con jugadores de los clubes Zaldi Zuri y Mikel Gurea) y San Ignacio A (con jugadores de Oberena). Tocándole a Amaiur jugar contra San Juan de la Cadena ADSJ-DKE, un potente equipo con jugadores del club San Juan que sólo había perdido por la mínima (2,5-1,5) con el principal favorito San Ignacio A.

Comenzaron las partidas y en mesa 1 Jon Merino se enfrentaba a Javier, otro finalista sub12, al que logró vencer por un despiste que le permitió encerrar a su dama. Aritz se enfrentaba a Asier en el segundo tablero y con un juego combinativo espectacular no le dio opción alguna. Jon Ariz jugaba en mesa 4 contra Mario, otra joven perla de 7 años finalista sub8 de este año, pero impuso su mayor edad y experiencia. Finalmente, fue Unai el que perdió su punto contra el joven Mateo, al lanzarse al ataque descuidando su defensa y perdiendo la dama en un truco al contraataque. A partir de ahí Unai intentó resistir y remontó algo de calidad, pero una dama de menos era demasiada ventaja y Mateo la hizo valer. Otro 3-1 y el equipo llegaba invicto a la última ronda, con el campeonato en juego.

Enfrente estaba el último escollo: San Ignacio A. El equipo favorito a priori y que había ganado en la ronda anterior al campeón del año pasado Joakin Lizarraga A. Un auténtico equipazo con jugadores del club Oberena donde todos sus miembros tenían ELO internacional y que puso en liza a cuatro fortísimas jugadoras que habían hecho podio, todas ellas, en los campeonatos de Navarra femeninos de 2024.

Y comenzó la última ronda. Aritz en la mesa 2 perdió ventaja en la apertura y fue rápidamente desarbolado por el juego combinativo de Saioa, campeona sub10 de Navarra. A cambio en la mesa 4 Jon Ariz consiguió un caballo de ventaja ante Bryana, medalla de bronce sub12 y posteriormente lo perdió pero con varios peones de más. Tras un intercambio de piezas consiguió una victoria que nos daba esperanza con un 1-1. En la mesa 3 Unai había planteado una partida sólida ante Lucía, bronce sub10, pero cedió ventaja de espacio a su rival en el lado del rey y esta lanzó un fuerte ataque al enroque que Unai no pudo parar. Nos poníamos 1-2 y ya sólo podíamos aspirar al segundo puesto si Jon Merino lograba vencer a Amaya, campeona sub12 de Navarra y también rival habitual, la cual le ofreció tablas hasta tres veces sabedora de que con ellas ganaba el match (curiosamente, incluso perdiendo su partida y empatando el match habrían sido campeonas en el desempate, ¡pero cualquiera piensa en eso en ese momento!). Jon las rechazó, sabiendo que sólo le valía la victoria pero cuando llegaron los apuros de tiempo para ambos, la partida se convirtió en una lotería donde el primero que cometiera el error perdería. Y esta vez la suerte no nos fue favorable. 1-3 en contra y el podio dependería del desempate.

Y aquí llega el aspecto más controvertido de este torneo. Las normas establecían que el primer criterio de desempate era el número total de puntos en las partidas jugadas, por delante del resultado directo entre equipos. Al haberlo hecho tan bien los txikis y haber subido para arriba en la clasificación, les habían tocado equipos muy fuertes a los que habían ganado por 3-1 y con suerte. Por contra, a los equipos que habían pinchado e ido para abajo les tocaban equipos menos fuertes contra los que era más sencillo lograr resultados plenos (4-0), algo que además se veía favorecido por el alto número de equipos participantes y las escasas 7 rondas del torneo que provocaron un gran número de equipos empatados que en muchos casos no habían jugado entre ellos.

Esto hizo que, en el triple empate que se produjo entre los clasificados en los puestos 2, 3 y 4, fuera Amaiur el que se quedara cuarto con el agravante de que en tercer lugar estaba el colegio Nuestra Señora del Huerto al que Amaiur le había ganado el match particular en la ronda 4. Se suele decir que lo que consideramos justo muchas veces es una injusticia cometida a nuestro favor así que no entraremos a valorar esto, pero provocó que nuestros txikis se quedaran bastante chafados y con la sensación agridulce de que luchar por ganar el campeonato les había penalizado al no conseguirlo.

Pero definitivamente esto es un juego y el objetivo principal de cualquier juego no es ganar sino pasárselo bien. Y creo que este objetivo se logró en los cuatro equipos de Amaiur que participaron. Hubo en Sarriguren una auténtica fiesta del ajedrez que cientos de niños disfrutaron, tuvimos los nervios a flor de piel, se compitió, se tuvieron opciones hasta el último segundo y se consiguió un cuarto puesto de 84 equipos que tiene muchísimo mérito. Por mi parte sólo me queda felicitar a los equipos premiados y a nuestros jugadores por su inmenso esfuerzo y esperar al año que viene, donde nos abandonan Unai y Manu pero sin duda otros chavales de la gran cantera de Amaiur vendrán a ocupar su lugar.

¡Aupa Amaiur Ikastola!

Texto: Daniel Merino

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