Los cómics son cosas de niños… o no. Son historias narradas a través de ilustraciones en las que el humor suele tener una participación muy relevante. Pero las hay también de carácter más serio -por así decirlo-, historietas que narran momentos históricos, relatos de suspense, de súper héroes, en las que la crítica alza la voz sirviéndose del sarcasmo… Desde lo más básico de la viñeta hasta la novela ilustrada. Para todos los gustos.
Pero mejor que lo explique alguien que sepa… «La palabra cómic viene de la voz inglesa comic strips, esas tiras cómicas que aparecían en los periódicos de principios del siglo XX, un medio de expresión satírica cuyo único fin era hacer reflexionar al lector y, de paso, arrancarle una sonrisa. Era un medio tremendamente efímero, no estaba hecho para perdurar, sino que moría al final del día, de la semana, o como mucho, cuando terminaba la huelga convocada o se conseguía destituir a un ministro. En nuestro país se acuñó la palabra tebeo para designar cualquier publicación que contenga historietas, por la revista infantil TBO que empezó a publicarse hace exactamente un siglo. Aunque hace unos años esa palabra designaba casi exclusivamente un producto infantil, con el tiempo, cualquier formato de historieta pasó a denominarse genéricamente tebeo, independientemente del público al que fuera dirigido. Cómic, tebeo, historieta… llámalo como más rabia te dé, como en casi todo, el nombre es lo de menos». Este texto ha sido extraído del reportaje «¿Qué si el cómic es un arte? Pregunta en el museo» (2017), de Rosa Martí. Puedes leer más al respecto aquí.
En este completo artículo de la web Torre 64 (puedes seguir su página web aquí) puedes hacerte una idea de la presencia de nuestro deporte, el ajedrez, en los cómics. Lee y disfruta el texto completo en este enlace. Te sorprenderá.