Sin duda alguna, una gran mayoría de ajedrecistas profesionales destacan por tener una vida o habilidades poco normales. Entre estos ajedrecistas sobresale la figura de Harry Nelson Pillsbury. Nacido en 1872 en los Estados Unidos, aprendió a jugar al ajedrez muy tarde, a los 16 años. Obtuvo éxitos notables en torneos como el de San Petersburgo, pero si en algo consiguió una gran fama fue en las simultáneas a ciegas. Éstas se basan en que un jugador de ajedrez juega simultáneamente varias partidas de ajedrez, pero cuando es “a la ciega” es que tal jugador ha de jugar de espaldas, esto es, sin ver el tablero, visualizando este elemento en su mente y conociendo las jugadas de sus adversarios y expresando sus decisiones mediante un sistema de notación.
Pillsbury ofreció numerosas exhibiciones, llegando a jugar 22 partidas simultáneas a ciegas. Los anecdótico es que mientras los jugadores rivales decidían sus movimiento, Pillsbury se dedicaba a jugar a las damas, bailar vals, jugar al whist y hasta recitar 30 palabras que había memorizado previamente. Lo que más llamaba la atención es que podía recordar todas y cada una de las partidas, reproduciendo exactamente cada una de las jugadas. Desgraciadamente, Harry Nelson Pillsbury falleció a la edad de 33 años víctima de una tuberculosis.

Una imagen muy habitual. Tras el torneo el ajedrez sigue y los pequeños aprenden de los mayores.
La competición de los viernes volvió al formato habitual, en el que cada uno de los participantes, 19 en total, disputaban libremente sus partidas sin la obligatoriedad de ceñirse a una apertura o defensa determinada como la semana anterior. Como siempre, fueron 7 rondas a un ritmo de 5′ en los cronómetros.
La semana pasada fue una semana rara… ¿Por qué? Porque los chavales tenían la semana blanca y lo que estas festividades traen consigo… así que era toda una incógnita saber quiénes y qué fuerza juego tendrían los participantes en esta decimosexta edición del torneo. Deportivamente hablando, los dos únicos jugadores por encima de la barrera de 2000 Elo parecían estar un paso por encima de los demás, pero en este club si algo tiene que tener uno claro es que la chavalería empuja mucho. Así, Adrián Oroz y Odei Lerendegui, los dos primeros del ranking, hicieron tablas en su enfrentamiento particular y dejaban la resolución del título o a la suerte de los desempates o a lo que sucediera contra los que venían por detrás. Y sucedió esto último, que Adrián pinchó con Jon Goñi, que ya sabe lo que es imponerse en tres torneos y se aupó con ello al segundo puesto de la tabla con 6/7. El líder de la general, Adrián, se hizo con el bronce con sus 5,5/7, lo que empujaba a Odei a su primer título del años con 6,5/7. Este resultado es una gran noticia, ya que se nota que ha vuelto al estudio, lo que significará -aunque ya lo es de hecho- el regreso de facto de un auténtico baluarte en el club.
1 | Lerendegui Lasa, Odei | 6.5 |
2 | Goni Sierro, Jon | 6.0 |
3 | Oroz Carrasco, Adrian | 5.5 |
4 | Lopez de la Pisa, Iker | 4.5 |
5 | Migueltorena Tellechea, Imanol | 4.0 |
6 | Merino Olaverri, Jon | 4.0 |
7 | Merino Echeverria, Daniel | 4.0 |
8 | Eguaras Javier | 4.0 |
9 | Aguinaga Garijo, Daniel | 4.0 |
10 | Ansa Ascunce, Inaki | 3.5 |
11 | Echegoyen Sadyan, Maria | 3.0 |
12 | Lara Naranjo, Ariana Sofia | 3.0 |
13 | Morris, Ashley | 3.0 |
14 | Merino Julen | 3.0 |
15 | Vallejo Irene | 3.0 |
16 | Hernandez Sabate, Inaki | 2.0 |
17 | Andritchi Marcus | 2.0 |
18 | Yanza Jose Javier | 1.0 |
19 | Gutierrez Gutierrez, Ramses | 0.0 |
En este enlace puedes ver cómo fue el torneo ronda a ronda.
Por lo demás, en la clasificación general vuelve a cambiar el segundo puesto entre los Jonys, ubicándose Goñi por encima de Merino por el momento. Tras la disputa de 16 torneos, Odei Lerendegui entra en la parte noble de la tabla.