La costera y turística localidad alicantina de Torrevieja acoge esta semana una serie de eventos ajedrecísticos organizados por Patricia Claros y el Club Dama Negra. El desarrollo de eventos de primer nivel es para ellos toda una seña de identidad y deja claro que la profesionalidad, la calidad y el buen gusto casan perfectamente con la promoción de este nuestro deporte.
Iván Salgado y Pepe Cuenca a la salida del Centro Cívico Virgen del Carmen de Torrevieja. Foto: Patricia Claros.
Un torneo de partidas blitz valedero para Elo Fide, una charla de Leontxo García titulada «El ajedrez nos enseña a pensar», una simultánea con Pepe Cuenca e Iván Salgado y un Open Internacional como colofón están siendo las actividades que los aficionados podemos disfrutar. Y a una de ellas, a la partida simultánea, estuvo invitado a participar el presidente del club Mikel Gurea, Mikel Razkin.
Cuando se gestó el evento, el encargado de realizar la partida multitudinaria iba a ser nada menos que el excampeón del mundo Anatoli Karpov. Sin embargo, el inicio de la guerra en Ucrania y las subsiguientes sanciones internacionales a Rusia han impedido que el poseedor del cetro mundial entre 1975 y 1985 (y 1993-1999 para la Fide) pueda hacer frente a compromisos como éste al ser miembro de la Duma rusa. Otra vez será…
Iván Salgado en la simultánea. Foto: Patricia Claros.
Al final, la simultánea la desarrollaron dos cracks de primerísimo nivel nacional. Por un lado, el polifacético GM Pepe Cuenca (2558 Fide), al que conocemos en Navarra no sólo por sus retransmisiones de Chess24, sino por su participación en los últimos Sanfermines. Con él y Rey Enigma compartimos tableros y diversión en el propio club de Burlada. Y por otro, uno de los más duros jugadores del panorama actual, el GM Iván Salgado (2612 Fide), que en 2009 logró ser subcampeón mundial juvenil.
Pepe Cuenca realizando la jugada 2. Foto: Patricia Claros.
A continuación os publicamos la partida que disputó Mikel Razkin manejando las piezas negras contra ambos jugadores… porque Patricia les tenía reservada una sorpresa a ambos maestros, y es que el uno continuaría la posición del otro, aumentando la dificultad para ambos genios, pero al mismo tiempo reduciendo el tiempo que los aficionados tenían para sopesar las jugadas de los profesionales.
Al final, derrota del presi, pero no sin lucha tras casi tres horas de partida y acabando la sexta última de 36. Una gozada.
