Una de las cuestiones que suele estar en boca de los ajedrecistas es el tema de la suerte. El campeón del mundo cubano José Raúl Capablanca lo exponía de esta forma: «El buen jugador siempre tiene suerte«. Lo cierto es que la suerte se busca y se encuentra desarrollando ante todo un buen juego, porque la fortuna favorece a quien más dispuesto está a necesitarla practicando un buen ajedrez. ¿Estás de acuerdo?
En esta ocasión, y no por suerte sino por constancia, el número de participantes rozó la treintena de jugadores, nada menos que 29; la segunda mejor cifra del curso. El ritmo de juego se mantuvo en los 5′ por partida para un total de 7 rondas.
Dos jugadores empataron en lo más alto de la clasificación con 6/7 puntos, demostrando estar un paso por delante de todos los demás. Henry Díaz obtuvo en esta duodécima edición su cuarto trofeo de rápidas de la temporada, pese a ser derrotado precisamente ante Sergio Anguas, que le acompañó ocupando el segundo peldaño del pódium. El bucholz le jugó una mala pasada a Sergio, que sólo cedió dos tablas. El bronce se lo llevó a casa un debutante especialista en la materia, Serhiy Pedchenko, que con 5/7 encabezó la persecución de los dos líderes de la prueba. Por lo demás, muchas y muy buenas partidas las que se vivieron esta tarde en la Bombonera de Burlada.
Tras la disputa del torneo número doce, la tabla de premios de los Viernes se mantiene de esta forma: