Estos torneos de los viernes suman características muy dispares pero que siempre se complementan: Participan niños y niñas que llevan cuatro días en este mundillo y personas que podrían ser sus abuelos con un bagaje de décadas de experiencia… alumnos de muy diversas edades ávidos de aprender y profesores curtidos en mil batallas pero con ganas de enseñar… aficionados con ganas de comerse el mundo y grandes jugadores que ya han devorado alguna porción del orbe… ¡Que viva el ajedrez!
Esta vez nada más y nada menos que 25 jugadores y jugadoras (a sólo 2 de igualar la mejor marca de la temporada) se animaron a participar en las seis rondas de partidas a 5′ minutos. Blitz en estado puro.
La decimoquinta edición vivió dos rondas finales con dos jugadores empatados a todo. Sólo la suerte del bucholz en el desempate dictaminaría quién se llevaría el gato al agua, siempre y cuando ambos no pincharan y el prolijo grupo de perseguidores se sumara a la fiesta. Al final, pese a caer derrotado en su enfrentamiento particular, la victoria cayó del lado de Mikel Razkin. Su puntuación fue 6/7; exactamente la misma que Gorka González, que fue de menos a más en el torneo ganando confianza y con ello más encuentros. El bronce se lo adjudicó Jon Merino (5/7) encabezando un nutrido grupo de jugadores que estaban a un solo punto antes del inicio de la última de las partidas.